Hace unos días charlamos en LinkedIn https://www.linkedin.com/posts/activity-7063904671987335168-kf_F?utm_source=share&utm_medium=member_desktop sobre lo que aspiramos a ser y cómo lo llevamos a cabo, aplicados a personas y empresas.
Y planteamos, ¿qué pasa si al dueño o CEO de tu empresa se le ocurre decir a su staff que la empresa tiene que ser como otra que es mucho mejor?
Y para ser más gráficos, lo llevamos al nivel personal y decretamos que “quiero ser como Messi”:
EL SOLO HECHO DE DECIRLO NO ME VA A CONVERTIR EN MESSI (y menos si supieran que en el único torneo que participé me lesioné 2 veces la misma rodilla 🙈 ).
Si quisiera lograrlo sin morir o desmotivarme en el intento debería trabajar en lo siguiente como mínimo:
⏰ ¿en cuánto tiempo lo lograría? a Messi le llevó toda la vida ser Messi. Yo ya arranco con varios años de desventaja.
⬆ ¿qué lo motiva a Messi ser como es? ¿cuál es su norte?
⚽ ¿cuáles son sus objetivos de entrenamiento? 🍎 ¿de nutrición?
👨👩👧👧 Además Messi no trabajo solo. Tiene un equipo, un entrenador, una familia. Es decir que trabaja dentro de una red de relaciones.
✔ ¿cuáles son sus hábitos?
Y así montones de preguntas más.
Lanzar a la idea de ser “el mejor del mundo” no alcanza. Lo mismo aplica a las organizaciones.
Aclaración: debo decir que para titular esta nota tuve que recurrir a #chatgpt porque realment no se me ocurría cómo sintetizar estas ideas en un título.
Ya usaron #chatgpt? ¡Anímense!